Sólo basta con cambiar algunos hábitos, tener en cuenta algunas recomendaciones ergonómicas y fundamentalmente realizar los correspondientes ejercicios de relajación y estiramiento.
• Cuestión de hábitos
Como primer paso para resolver el problema, se recomienda corregir los malos hábitos relacionados con el dormir. Es importante ir a dormir preferentemente siempre a la misma hora luego de haber programado la agenda y tratado de resolver las preocupaciones. Es importante evitar la ingesta de café, mate, té o bebidas colas antes de ir a dormir, y en caso de no conciliar el sueño evitar levantarse para comer, fumar o tomar algo.
• Consejos ergonómicos
El colchón debe ser firme y recto y suficientemente mullido para que se adapte a las curvas de la columna. Un colchón excesivamente duro es tan perjudicial como uno demasiado blando. La mejor postura para dormir es boca arriba, apoyando toda la columna sobre el colchón.
Dormir boca abajo no es recomendable, ya que al hacerlo se suele modificar la curvatura de la columna lumbar. Además, para poder respirar se mantiene el cuelo girado durante horas. Dormir de costado es una opción intermedia que permite un buen descanso. Es recomendable cambiar de postura frecuentemente.
• Ejercicios de relajación y estiramiento
Hacer cosas que colaboren con la relajación es fundamental para regularizar el sueño. El buen descanso es fundamental para poder rendir de forma adecuada durante la jornada siguiente. Haber dormido mal una noche puede no generar demasiadas complicaciones, pero al prolongarse en el tiempo, el insomnio puede tener consecuencias diurnas, como fatiga, irritabilidad, cambio en la calidad de vida e incluso, ausentismo laboral.
Algunos ejercicios
Estos son algunos ejercicios de estiramiento y relajación de espalda que deben realizarse antes de disponernos a dormir:
