19 de marzo de 2024

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Córdoba: El 57% del personal doméstico sigue en negro

En apenas tres días, según la propia Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip), se registraron 36 mil empleos en el servicio doméstico. El lunes 16 de julio, el organismo tributario informó que se enviaron 650 mil correos electrónicos (“inducciones”, las llaman) a contribuyentes que no tienen personal de servicios registrado. Pues presume, a partir de los ingresos y de los gastos que la Afip conoce sobre el contribuyente, que en ese hogar posiblemente exista personal doméstico informal.

“Llama la atención que no tengas a nadie registrado que te ayude en tus tareas domésticas”, dice la Afip en un pasaje de la carta. Con la difusión de su campaña, logró 36 mil registros, lo que equivale a sumar 7,5 por ciento más a las 481 mil personas registradas que hasta abril existían en el país.

Lo cierto es que en este punto se puede evaluar el vaso medio lleno o medio vacío. El lleno es que esas 517 mil personas (96 por ciento son mujeres) representan un 78 por ciento más que las 290 mil de 2012, antes de que se pusiera en marcha la Ley de Personal de Casas de Familia. La norma establece como obligatorio el registro del vínculo, aun en los casos en que el personal se desempeñe pocas horas, una vez a la semana.

El vaso medio vacío aparece al mirar todo lo que falta. Se calculan que existen en el país 1,2 millones de personas que trabajan en hogares de familia. Las 517 mil registradas representan, entonces, el 43 por ciento del total, lo que convierte al servicio doméstico en uno de los sectores más informales entre las actividades laborales.

¿Por qué no hay más? El sistema es obligatorio, relativamente sencillo y, principalmente, barato. Entonces, ¿por qué aún el 57 por ciento está en negro? Después de la ley, el blanqueo se estancó. ¿Por qué?

“Si lo mirás en el mediano plazo, el nivel de registración ha ido mejorando. Sigue siendo muy bajo, pero ha mejorado. Es un proceso lento. Habría que pensar en otros mecanismos para acelerar el proceso”, dice Corina Rodríguez Enriquez, economista especializada en temas de género e investigadora del Conicet. Pero ella advierte de que el problema de fondo es la invisibilidad de la tarea doméstica. “La invisibilidad del trabajo de los cuidados se manifiesta en su bajo salario, en su carencia de protección social y en esa dificultad sociocultural de reconocerlo un empleo como cualquier otro”, agrega.

Jorge Colina, del centro de estudios Idesa, es mucho más directo. “Los que han formalizado son hogares de clase media que pagan Impuesto a las Ganancias o los que tienen una señora muchas horas y ven el riesgo cierto de un posible juicio. El millón de personas que trabaja en negro es porque lo hace pocas horas para un solo empleador, que en general no es contribuyente de Ganancias”, sostiene. A su juicio, no tiene incentivos para el blanqueo.

Por año, el contribuyente de la cuarta categoría puede deducir hasta 66.918 pesos en concepto de servicio doméstico, tanto por lo que paga en concepto de salarios como de contribuciones patronales.

Esto implica que, a valores de 2018, una empleada de cuatro horas por día podría cubrirse completamente con la deducción si el empleador está sujeto a Ganancias y, por supuesto, tiene a la trabajadora registrada.

Colina remarca su argumento con los datos de la Encuesta Permanente de Hogares: en las provincias más vulnerables, como La Rioja y Santiago del Estero, la informalidad es del 98 por ciento, mientras que en provincias que exhiben salarios más altos, alcanzados por Ganancias, la informalidad es menor. En Chubut, por ejemplo, el 56 por ciento está en negro. En Córdoba, el 64.

Desconocimiento

El desconocimiento también es una razón práctica que podría explicar por qué no hay una mejora en la formalización. “Hay mucha mala información, los empleadores creen que el costo es alto y que el riesgo es más alto si la tienen en blanco que en negro”, dice Fernanda Sánchez, delegada de la regional Córdoba de la Unión Personal Auxiliar de Casas Particulares (Upacn), el gremio que tiene representación en todo el país de las trabajadoras.

Una equivocación a subsanar: el salario en blanco que cobra la trabajadora sí es compatible con la Asignación Universal por Hijo (AUH) pero no con la pensión no contributiva, que se paga a quienes no tienen ningún tipo de ingreso.

¿Cuánto cuesta registrar?

El blanqueo implica otorgar vacaciones y feriados pagos, régimen de licencia, acceso a la obra social (para quienes trabajan más de 126 horas a la semana) y pagar lo que establece, todos los años el Ministerio de Trabajo. Para los primeros días de agosto está convocada la paritaria.

El régimen de Trabajadoras de Casas Particulares hoy, por efecto de la inflación, ha quedado barato y protege a las familias, en cierta medida, de un eventual juicio laboral. Además, incluye el seguro de Accidentes de Riesgo de Trabajo (ART), lo que suma tranquilidad en el vínculo laboral.

Para el personal que se desempeña menos de 12 horas a la semana, sea cual fuese su distribución, corresponden pagar 188,88, de los cuales 43,50 son aportes personales de la trabajadora. Si se desempeña de 12 a 16 horas, son 276,36 (80,64 a cargo de la empleada) y si está más de 16 horas son 811,15. La trabajadora asume 536,35 y sólo en este caso tiene acceso a la obra social. Hay familias que deciden asumir el costo completo de contribuciones y aportes.

El caso Triaca: Empleo en negro

Sandra Heredia trabajaba para el ministro de Trabajo

$ 9.826. Según Carlos Triaca, hermano del ministro, Sandra Heredia cobraba $ 9.826,50 por su trabajo, más la vivienda y los gastos. Lo reconoció luego de que Heredia denunció que había sido maltratada por el ministro y que estaba en negro. Finalmente, llegó a un acuerdo y fue indemnizada por la familia del funcionario, pero marcó un hecho grave para el Gobierno.

Fuente: lavoz.com.ar

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