Según estimaciones de la ONU hasta marzo, unos 3,7 millones de personas habían abandonado sus hogares en Venezuela como resultado del empeoramiento de la situación social, económica, de los derechos humanos y política. Este es el mayor desplazamiento de población en la historia moderna de América Latina y el Caribe.
Los países de la región han mostrado hasta ahora una gran solidaridad, proporcionando a 1.3 millones de venezolanos permisos de residencia temporal y acceso a los mercados laborales. Sin embargo, la capacidad para responder a tal afluencia de personas es limitada y, como resultado, las instituciones y las comunidades locales se encuentran ahora bajo una enorme presión.
Además, muchas mujeres, hombres y niños venezolanos se encuentran en una situación irregular, lo que los hace vulnerables a diversas formas de explotación, abuso, violencia y discriminación.
La OIT ha comprometido US $ 2 millones de sus fondos voluntarios no asignados (Cuenta suplementaria del presupuesto ordinario) para poner en marcha las intervenciones de semillas relacionadas con la integración socioeconómica de los migrantes y refugiados venezolanos en Ecuador (Quito y Guayaquil), Colombia (Barranquilla y Cali) y Perú (al norte de Lima).
En los tres países seleccionados se realizarán las siguientes actividades:
- Recopilar y sistematizar datos sobre las habilidades existentes para crear perfiles de trabajo de los venezolanos desplazados para facilitar la inclusión en el mercado laboral .;
- Apoyar la creación de empresas lideradas por migrantes y refugiados que tengan las habilidades, habilidades y motivaciones para ser empresarios, tanto en áreas urbanas como rurales;
- Crear conciencia para promover la participación justa de los migrantes y refugiados venezolanos en el mercado laboral y garantizar que otros grupos de trabajadores no estén en desventaja;
- Llevar a cabo análisis de la cadena de valor para determinar el potencial de generación de empleo en sectores específicos e iniciar intervenciones piloto.
Durante la implementación de las actividades participarán los interlocutores sociales (organizaciones de trabajadores y de empleadores) y se garantizará la participación de las comunidades locales. Al mismo tiempo, habrá recomendaciones de políticas para garantizar estrategias de empleo decentes y productivas.
Más allá de esto, la OIT está haciendo un llamamiento interinstitucional para llenar la brecha financiera de US $ 8,7 millones en fondos voluntarios para cubrir la implementación del Componente de Integración Socioeconómica en el marco de una estrategia conjunta OIT-OIM-FAO-OEA , que se espera satisfaga las necesidades de los migrantes, refugiados y comunidades de acogida.
La respuesta de la OIT es parte del Plan regional de Respuesta de Refugiados y Migrantes (RMRP), desarrollado por 95 organizaciones en línea con las prioridades de los gobiernos. El plan aborda las necesidades de protección, asistencia e integración de los refugiados y migrantes venezolanos en los estados afectados de América Latina y el Caribe.
La OIT, a través de su Oficina Regional para América Latina y el Caribe en Lima, Perú, ha asumido un papel de coordinación en el área de intervención en Integración Socioeconómica y Cultural dentro de la Plataforma para la Coordinación Regional Interinstitucional (R4V) de las Naciones Unidas Sistema establecido en 2018, bajo la coordinación del ACNUR y la OIM.
