29 de abril de 2024

Alcohol, drogas y trabajo

Es imposible que esta dinámica social no se traslade a los escenarios laborales contaminando la realidad del trabajo. El consumo de alcohol y/o drogas por parte de los trabajadores afecta todas las instancias de la organización, del individuo, de la familia y de la sociedad.

El alcohol es una de las drogas más antiguas conocidas por el hombre y, para muchos, la más empleada. Una de las características que más nos iguala a los seres que habitamos este planeta es que su uso y abuso no distingue países, regiones, razas y culturas. Lo ingieren cada vez más personas y crece la cantidad consumida per cápita.

Existe un imaginario social que vincula a los consumidores de drogas con: juventud – marginalidad – delito – desocupación con una imagen muy negativa del consumidor de drogas ilegales, como alguien perjudicial para la sociedad. Sin embargo esto no tiene base real.
La idea más representativa acerca de una persona alcohólica es la de aquel vagabundo que deambula en estado de ebriedad, sin embargo este grupo es un porcentaje ínfimo en relación con la gran mayoría de alcohólicos que viven con sus familias, tienen trabajo y llevan una vida “aparentemente normal”.

Los drogadependientes no responden a ningún estereotipo social: los hay jóvenes y adultos, desocupados y ejecutivos, pobres y con nivel socioeconómico alto. Lo que sí se observa es una característica común muy particular, que es la tendencia de estos individuos a negar la existencia del problema, por lo tanto no suelen buscar ayuda, lo que dificulta la detección temprana y la prevención.
Históricamente la detección de casos de abuso de sustancias dentro del mundo laboral estuvo vinculado a las personas con problemas crónicos con el alcohol, a las cuales se les hace embarazoso ocultar su situación. Las cosas se mantienen como están y cuando la persona con problemas sobrepasa el límite de aguante del jefe o supervisor, en el mejor de los casos se le asignan tareas en puestos tranquilos, escondidos, de menor riesgo y responsabilidad, “le hacen un favor”, en otros casos “cortan por lo sano”, el despido o el “retiro voluntario”. Ninguna de las opciones resultan de gran ayuda para un individuo inmerso en esta problemática. El tema está instalado y es necesario intervenir anticipadamente, es importante concientizar a los responsables de las áreas de RR.HH, medicina del trabajo y/o seguridad e higiene sobre el beneficio de actuar preventivamente.

Difícilmente alguien pueda pedir ayuda si no cuenta en su lugar de trabajo con un programa adecuado, que le asegure al trabajador que el blanqueo de su situación no será castigado sino abordado como cualquier otro problema de salud, y que el tratamiento de ese problema será avalado por la empresa y el gremio. Teniendo en cuenta la salud del trabajador como valor fundamental se verán beneficiadas todas las partes involucradas: la empresa, el trabajador, su familia y la sociedad toda.

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