Sí, fiebre amarilla, así se llama.
¿No me digas ahora que la fiebre tiene color?
-La fiebre no, pero el individuo que tiene este tipo de fiebre, sí, porque se torna su piel algo amarilla por la ictericia que provoca.
¿Y quién produce la enfermedad?
-El virus amarílico, que forma parte de un amplio grupo viral conocido como Arbovirus grupo B. El virus es transmitido por el mosquito Aedes Aegypti.
- ¿Dónde puede ocurrir?
-En nuestro país existen zonas endémicas como la provincia de Formosa y sus aledaños. Puede producir alteraciones leves como un simple síndrome febril, o padecimientos más graves como hemorragias digestivas, ictericia, insuficiencia hepática o renal. Y hasta puede llegar a la muerte. Los trabajadores que ingresan a zonas endémicas sin vacunación son los más expuestos.
- ¿Cómo se descubrió que era un mosquito quien transportaba el virus?.
-Fue el Dr. Carlos Finlay médico cubano y eminente científico, quien primero describió la trasmisión de enfermedades por agentes biológicos.
El Dr. Finlay fue el más profundo e intenso investigador de la fiebre amarilla y por sus análisis y estudios llegó a la conclusión que la transmisión de la enfermedad se realizaba por un agente intermediario. Existe una anécdota que dice que estando una noche rezando el rosario, le llamó la atención un mosquito zumbando a su alrededor. Entonces fue que decidió investigar a los mosquitos. Con sus modestos medios de esa época fue capaz de identificar al mosquito Aedes aegypti como el agente transmisor de la enfermedad. En 1881 fue a Washington y presentó por primera vez su teoría de la transmisión de la fiebre amarilla por un agente intermediario, pero se abstuvo de indicar que era el mosquito. Su hipótesis fue recibida con frialdad y casi total escepticismo.
De regreso a Cuba, en junio de 1881, realizó experimentos con voluntarios y no solo comprobó su hipótesis sino que descubrió también que el individuo picado una vez por un mosquito infectado, quedaba inmunizado contra futuros ataques de la enfermedad. De ahí nació el suero contra la fiebre amarilla. En agosto de ese mismo año presentó ante la Academia de Ciencias Médicas de La Habana su trabajo de investigación. - ¿Cómo se previene?
1.- Haciendo erradicación del mosquito transmisor.
2.- Realizando vacunación de los trabajadores que entren a zonas endémicas.
3.- Su frecuencia es francamente declinante, en la medida que se controla el mosquito hematófago.
4.- Es importante que los trabajadores expuestos tengan colocada la vacuna antiamarílica, que debe repetirse cada diez años entre quienes reingresen a zonas endémicas.