28 de marzo de 2024

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Acoso Laboral en el siglo XXI

A pesar de que el acoso psicológico es un fenómeno antiguo, no ha sido descrito ni sistemáticamente investigado hasta comienzos de los años ochenta. Y en pleno siglo XXI todavía se discute su prevención y tratamiento.

Un antecedente fundamental en materia de violencia en el trabajo fue el Congreso de Hamburgo sobre Higiene y Seguridad en el Trabajo, de 1990, en el que el psicólogo laboral Heinz Leymann usó por primera vez el término mobbing como sinónimo de psicoterror ejercido en el lugar de trabajo. En 1999 la psicoanalista francesa Marie France Hirigoyen acuñó el concepto “acoso moral” para darle un nombre diferente a la perversión cotidiana, con vistas a obtener su penalización en la Comunidad Europea. Shuster (1996) considera que el acoso institucional es una de las experiencias más devastadoras que puede sufrir un ser humano en situaciones sociales ordinarias.

El término mobbing se define como la situación en la que una o más personas ejercen una presión psicológica de violencia extrema sobre otra persona en el lugar de trabajo, de forma sistemática durante un periodo prolongado de tiempo (más de 6 meses), con la finalidad de destruir su reputación, aislarla, perturbar su actividad y lograr que abandone su puesto de trabajo (Leyman).

Puede materializarse con insultos, humillaciones, amenazas, chantaje, acusaciones a veces abiertas, a veces a media voz, insinuaciones infundadas, críticas constantes que se  refieren más a la personalidad que al trabajo realizado”(AuBasde l”™Á‰chelle, 1998).

Según una encuesta de la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y Trabajo publicada por la OIT en 2000, 13 millones de trabajadores europeos habían sufrido acoso laboral con lo que una de cada cuatro personas estaría afectada.

En España, al menos el 15 por ciento de los trabajadores en activo declaran haber sido hostigados en su trabajo, según una investigación realizada por la Universidad de  Alcalá de Henares en 2001. Eso supone unos 2,3 millones de trabajadores y se reconocía también que un 80 por ciento de los trabajadores ven en su entorno laboral comportamientos dirigidos a intimidar. El acosador es en un 54 por ciento de los casos hombre y en un 22 por ciento mujer, según otro estudio de la Universidad de Valencia.

El “˜moobing”™ en el sector sanitario
Los comportamientos del maltrato son más frecuentes en empresas muy burocratizadas y jerarquizadas como la Administración; también en los grandes hospitales, y entre profesionales son los médicos y enfermería, el personal sanitario de los equipos de trabajo, fundamentalmente en sectores públicos, entre los que se da el moobing, aunque también aparece últimamente en servicios privados.
El mobbing parece ser una de las causas principales del denominado estrés laboral y se estima que el estrés provoca entre el 50-60 por ciento del absentismo, con un coste anual en toda la UE (incluyendo el gasto sanitario) de 20.000 millones de euros.

Desde 1985 la OIT viene subrayando que el acoso laboral supone “una violación de derechos fundamentales de los trabajadores que constituye un problema de seguridad y salud, de discriminación, una inaceptable situación laboral y una forma de violencia, primariamente contra las mujeres”.

La mujer es la principal víctima del acoso moral en el trabajo, soportando unas tasas de mobbing del 13 por ciento, por encima del 9 por ciento de media europea.

Fuente: Prevencionar.com

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