El principal cambio que introduce el proyecto enviado al Congreso por la Presidenta Cristina es el que establece lo que se conoce como la “opción excluyente”, en donde el trabajador damnificado o sus familiares deberán elegir entre cobrar la indemnización de la ART o reclamar una reparación integral mayor en un juicio civil.
Como dijo la Presidenta: “quien opta por el pago no puede ir a los tribunales”. En ese caso, los empleadores quedan eximidos de toda responsabilidad civil, en virtud de la elección “con renuncia” por parte de los damnificados. O sea que la preocupación oficial sigue estando en las consecuencias legales de un accidente de trabajo o enfermedad profesional y no de su causa principal, que sigue brillando por su ausencia: La Prevención de los Riesgos del Trabajo.
También, y como una señal a los sindicalistas, el proyecto posibilita la formación de las llamadas ART-Mutuas sin fines de lucro entre las entidades de empresarios y los sindicatos, algo que anteriormente no existía. En que mejorará esto la prevención, no lo sabemos, el tiempo nos lo dirá.
El anuncio presidencial recibió el apoyo de la Unión Industrial Argentina (UIA) cuyos dirigentes señalaron que era “un proyecto muy esperado por los empresarios”.
En la misma línea, la Unión de ART lo calificó como “un gran paso para la solución de aquellos problemas que aquejan al sistema de Riesgos del Trabajo”, a la vez que ponderó la creación de las ART Mutuas. Pero de la Prevención no se menciona nada.
En definitiva, podemos anticipar que, de prosperar este diseño normativo, persistirá la elevada siniestralidad actual, y se incrementará la litigiosidad por los nuevos planteos de inconstitucionalidad que la nueva ley traerá aparejada y por la falta de prevención que en la actualidad casi no existe y que tampoco hay voluntad oficial de que cambie algo.
Por eso nos preguntamos: ¿Qué pasa con la Prevención?. Está todo bien, gracias, no pasa nada”¦
Así estamos, hasta la próxima.
El director.