20 de abril de 2024

Quieren incluir al “síndrome del quemado” como enfermedad

Al principio le cuesta dormir, la comida le cae mal, tiene problemas sexuales, el cuello duro y apenas pone un pie en el trabajo siente que se le parte la cabeza. Le parece normal y sigue. Unos meses después empieza a llegar al trabajo arrastrando los pies, tiene la motivación de una ameba, tarda el doble, rinde poco y busca excusas para faltar. Se fastidia, el médico le dice “debe ser estrés” y sigue. Al final, se siente una cosa y empieza a tratar al resto como cosas, piensa que la “realización personal” es una utopía, le da lo mismo que lo premien o que lo echen: se convierte en un robot. El burnout o el “síndrome del quemado” ““la sensación de haber fundido motores”“ ya afecta a 1 de cada 3 profesionales que trabajan con personas . Ahora un equipo de psiquiatras argentinos presentará un trabajo científico en el que proponen que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo considere una enfermedad laboral .

El tema se tratará por primera vez en el 27° Congreso Argentino de Psiquiatría que comienza hoy en Mar del Plata. Allí, un equipo de expertos propondrá su inclusión en la Clasificación Internacional de Enfermedades, elaborada según criterios de la OMS.

“El burnout ya es un g rave problema de salud pública pero no es atendido como tal”, sostiene la psiquiatra Elsa Wolfberg, especialista en medicina del trabajo y miembro del equipo. “Por un lado, es un problema para el trabajador, que no sólo pierde la motivación y la capacidad de responder a las exigencias del trabajo sino que ve afectada toda su vida social. En su casa está irritado, le molesta todo y hasta deja de cuidar a sus seres queridos. En su trabajo, además, se rodea de colegas en la misma situación, por lo que se generan ambientes muy tensos. Pero también es un problema para las empresas porque estos empleados son menos competentes, eficientes y faltan más. Sólo si se empieza a tratar al burnout como una enfermedad laboral se podrá diagnosticar y prevenir “, explica.

Se refiere a que hoy se diagnostica como “estrés” y se manda al profesional a descansar unos días. Pero después vuelve al mismo trabajo monótono, mal pago, sin reconocimiento y repleto de quejas: por lo que vuelve al punto de partida. El equipo de psiquiatras cree que la valoración en el campo médico, además, desembocaría en el reconocimiento jurídico . De ser contemplado por la Ley de riesgos del trabajo podría abrir el camino a indemnizaciones, por ejemplo, para casos que terminan con una incapacidad transitoria o permanente. Comprobar que el origen del síndrome fue el trabajo no sería imposible: para eso existe el cuestionario de Maslach (está online) que permite saber si estamos “quemados” y en qué grado.

Ver nota completa: http://bit.ly/JF0sbb

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