13 de mayo de 2024

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Colombia: Enfermedades Respiratorias Ocupacionales

Dentro del espectro de las enfermedades de origen ocupacional o profesional, las del aparato respiratorio son de las más frecuentes, circunstancia fácil de comprender, debido a que es el órgano con mayor interacción con los agentes ambientales. Se calcula que en un trabajo de 40 horas semanales se introducen unos 14.000 litros de aire en las vías aéreas; las sustancias inhaladas durante ese tiempo son capaces de provocar casi todos los tipos de enfermedad pulmonar crónica. La prevalencia de esta clase de enfermedades es muy elevada.

En el Reino Unido se observó que el 7% de las consultas de atención primaria eran debidas a problemas relacionados con el trabajo y, de ellas, el 10% correspondían a síntomas respiratorios. En Colombia no se tienen cifras confiables de prevalencia de las enfermedades respiratorias ocupacionales, debido a que no disponemos de sistemas de registro y vigilancia epidemiológica.

Las enfermedades respiratorias ocupacionales más frecuentes son:

Asma

Bronquitis y bronquiolitis por exposición, accidental o no, a sustancias químicas inorgánicas.

Neumoconiosis por inhalación de polvo inorgánico.

Cáncer de pulmón.

Neumonitis por hipersensibilidad por sustancias orgánicas

En los años recientes, en algunas zonas del país ha habido auge de la industria del carbón, por lo que se han presentado un gran número de casos de neumoconiosis en los mineros. Durante muchos años, como consecuencia de la alta prevalencia y de la gran morbimortalidad de esta enfermedad, el ámbito de la patología respiratoria laboral se centró primordialmente en las neumoconiosis. Sin embargo, el carbón puede ser sustituido por otros recursos energéticos. Este hecho, junto con las medidas de prevención adoptadas, ha provocado que se observe un cambio en el espectro de la patología respiratoria laboral. En la actualidad, el asma de origen laboral ocupa un lugar de alta prevalencia y se estima que una proporción del 2 al 15% del asma diagnosticado en adultos es causado por el trabajo.

La dimensión de la patología respiratoria ocupacional es preocupante, no sólo por las cifras que se conocen, sino porque muchas de estas enfermedades son subdiagnosticadas y los factores que las determinan pueden persistir y aumentar si no se toman las medidas adecuadas.

Las enfermedades ocupacionales difieren de las enfermedades generales por el carácter legal que su manejo adquiere. Estos pacientes deben ser atendidos a través de las administradoras de riesgos profesionales (ARP) y no a través de las empresas promotoras de salud (EPS). Esta dimensión medicolegal conlleva la necesidad de confirmar completamente el diagnóstico, tratando de evitar, en la medida de lo posible, un diagnóstico de presunción. A la vez, es deseable el reconocimiento precoz del origen laboral de la enfermedad, ya que la persistencia en la exposición influirá en su evolución posterior. Dichas circunstancias provocan, con frecuencia, que la relación médico-paciente se vea sometida a presiones que la dificultan.

Otro aspecto de estas enfermedades es su repercusión en la salud pública. Aunque existe una susceptibilidad individual, el reconocimiento de una enfermedad profesional obliga a extremar las medidas de prevención para el grupo expuesto.

Las pruebas funcionales respiratorias son una herramienta diagnóstica fundamental, sobre todo la espirometría simple. En ocasiones es necesario acudir a pruebas más complejas: pletismografía, gases en sangre, capacidad de difusión o pruebas de esfuerzo. La tomografía computarizada de alta resolución (TACAR) se ha revelado como un método de gran interés en el estudio de las enfermedades ocupacionales que afectan difusamente al pulmón. La fibrobroncoscopia, el lavado broncoalveolar y la biopsia por toracoscopia han supuesto un avance importante para el diagnóstico de este tipo de enfermedades.

En las últimas décadas se ha puesto de manifiesto que no sólo determinados y escasos trabajos pueden producir enfermedades, sino que, en la mayoría de los puestos de trabajo, incluso en la agricultura y la ganadería, tiene lugar la inhalación de sustancias capaces de producir enfermedades respiratorias en determinados individuos. Estas observaciones han producido un creciente desarrollo en el conocimiento de esta área de la neumología. Se han identificado nuevos agentes etiológicos, y se han mejorado las medidas de prevención y control de riesgos laborales. Por todo lo anterior la comunidad debe consultar a su neumólogo por síntomas respiratorios que pueden relacionarse con enfermedades laborales o por trabajos de riesgo.

Si usted presenta tos, ahogo, opresión en el pecho o silbido durante el tiempo en que está expuesto a su ambiente laboral, puede tener una enfermedad respiratoria de origen ocupacional. Consulte a su médico

Fuente: neumonología.org

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