Es bueno recordar que en la actualidad hay unas 40 millones de personas que viven en altura a más de 2.500 m. donde existe una menor presión parcial de oxígeno, lo que lleva a una menor cantidad del mismo y que por supuesto influye en todo el organismo. También a medida que ascendemos, nos va disminuyendo la temperatura en alrededor de 10 º C por cada 1000 de ascenso, lo que sin duda también afecta al organismo. Los individuos que viven en altura, ya están adaptados y tienen mayor tamaño del ventrículo derecho, hay hipertrofia pulmonar y la arteria pulmonar es más gruesa. Todo lo cual hace que sea mejor aprovechado el oxígeno existente a ese nivel.
En cambio los individuos que vienen de un nivel más bajo y deben realizar esfuerzos, que es el caso de los futbolistas, se ven afectados aunque sus condiciones físicas sean óptimas a nivel del mar. Ellos van a tener taquicardias, mayor frecuencia respiratoria, mayor cantidad de hemoglobina y un aumento en su hematocrito, (cantidad de glóbulos rojos). Todo eso lleva un tiempo de adaptación que en algunos casos puede ser de pocos días, pero en otros puede llevar semanas. Por ser un fenómeno biológico, no todos son iguales.
Por eso contestando las preguntas que nos hacíamos al principio, podemos decir que ¿poder jugar?, se puede, de hecho siempre ha sido así. Que ¿hay ventaja deportiva? para el local, también es cierto, recordemos la frase de Passarela, que “la pelota no dobla”. Ahora, que esta medida ¿puede ser política?, se la dejamos para que la conteste usted. Pero sí es cierto que hay modificaciones en el organismo adaptado, que al que viene del llano le costará igualar. ¿Y usted que piensa de esto?