29 de marzo de 2024

EMPRESALUD y sus primeros 20 años

-¿Cómo el fue el comienzo de Empresalud?
-N
ació como una necesidad que “decía tener” el director del Servicio de Medicina del Trabajo, (“el dire”, desde ahora en más), de comunicarse con las Empresas que medico laboralmente asistía. Sucedía entonces que a pesar de enviarles diversas notas comunicando lo que debían realizar las empresas con respecto a la salud de sus propios empleados de acuerdo a la ley, éstas no tomaban en cuenta lo mismo o se olvidaban. Archivaban la nota, quedando así fuera de la vista de quienes debían decidir. Fue idea de “el dire”, el Dr Hugo Francisco Rostagno, hacer diversos comentarios con respecto a la prevención de la salud en forma de revista.

-¿Por qué en ese formato periodístico?
-E
l consideraba que de esa manera, llamaría más la atención, circularía de escritorio en escritorio y se tendrían más en cuenta los consejos que se daban. Algo que fue confirmado posteriormente por los hechos.

-¿A dónde llegaba, entonces la revista?
-C
omo dije me mandaron a todas las empresas que “el dire” atendía con su Servicio de Medicina del Trabajo, pero además me enviaron sin cargo a diversas Entidades Empresarias y Sindicales de nuestro medio, también a varios Médicos del Trabajo, Ingenieros y Abogados Laborales.
Y así fui testigo de que a la mayoría de estas entidades, le gustara la forma y contenido innovador de mis mensajes, comenzando entre todos a aportar diversas ideas. En ese momento yo tenía tapas de color verde, porque si bien comenzó a gestarse la idea en julio de 1989, salió recién en setiembre de ese año. Eligieron ese color para mis primeras “ropas”, por que es un mes verde, de primavera, de los estudiantes, de la esperanza. Y la esperanza era indudablemente que yo, como revista Gustara y mi mensaje ayudara a concientizar en prevención de riesgos del trabajo. Nunca imaginé que estaría veinte años después respondiendo a este reportaje.

-¿Que pasó con Ud, que era el primer ejemplar?
-D
esde entonces “el dire” me tiene en su archivo privado, pero como se hicieron muchos ejemplares iguales a mí, me distribuyeron en forma gratuita. Posteriormente en diciembre de 1989, salió “mi hermano”, el ejemplar número 2, que como salió en un mes de calor, tenía la tapa roja. Ya había llamado la atención de los prevencionistas y muchos comenzaron a mandar notas para que fueran publicadas en mis páginas. Hoy contemplo con orgullo “no disimulado”, que soy la revista más vieja de Córdoba, (pero a su vez soy joven, sólo tengo 20 años). Lo lindo de todo esto, que como soy una revista de Prevención de Riesgos del Trabajo, todos me coleccionan, porque en prevención lo que se decía antes es más o menos siempre aplicable. Cosa que no ocurre con las otras revistas de actualidad o deportes, que al poco tiempo se tiran, porque ya son viejas.

-Y ¿El tercer ejemplar cómo fue?
-S
alió en Marzo de 1990, y la hizo de tapa marrón porque era “según él”, el color del otoño, y la cuarta la realizó en Junio, mes de frío invierno por eso le puso tapa azul. Posteriormente “al dire” se le ocurrió llevarla a Mar del Plata, donde la Sociedad de Medicina del Trabajo de la Provincia de Buenos Aries, realizaba un Congreso de la especialidad. Allí él las dejó sobre una mesa, y se retiró a leer un diario, mientras miraba que pasaba con las mismas. Cuenta que pasaba algún Médico, la miraba, veía que no había nadie que le dijera algo y se la llevaba, posteriormente venía otro y después, esos primeros traían otros que también se la llevaban.
Adentro de mis páginas, comenzaba a realizar marketing de la prevención ya que había un papel para la suscripción a la revista. En ese entonces salía en forma trimestral y comenzaron a llegar las suscripciones de todo el país.

-¿Siempre fue trimestral?
-N
o algunos años posteriores, comenzó a realizarla en forma bimensual. Vale decir pasó de hacer cuatro en el año, a seis en el año. Lo que significaba un gran avance y que se conseguía por la cantidad de suscriptos que ya tenía y el apoyo publicitario. Era un clásico en los Congresos de Medicina del Trabajo. También iba creciendo en cantidad de páginas, de notas, de entrevistados, etc. “El dire” como también la enviaba a diversos países de América, como Bolivia, Uruguay y Paraguay, fue invitado en varias ocasiones a disertar en esos países. Lo más lejos que lo invitaron fue en México en 1987, cuando presentó el libro “Marketing para Médicos del Trabajo”.

-¿Siempre fue del mismo tamaño?
-N
o, primero tenía como se puede apreciar en pagina 6 un tamaño de 17,5 x 25,5 cm pero después me realizaron en un formato mayor de 19,5 x 28 cm por que a él le molestaba que se dirigieran a mi diciendome “la revistita”. También la cantidad de páginas, poco a poco fue aumentando, llegué a tener casi ciento veinte páginas. Realmente era muy difícil de mantener sobre todo cuando el dólar se fue de un peso a cuatro. Y lamentablemente dejé de salir.

-¿Porqué cambió de nombre?
-T
iene varias historias, “el dire”, decía que no solamente debían conocer y saber de prevención de riesgos del trabajo, los médicos, ingenieros, técnicos etc., sino que debían conocer y saber las nuevas generaciones. Incluso sostenía que había que enseñarles a los niños que son los que mañana serán empleados o empleadores, para que supieran de las bondades de la prevención, para así poder aplicarlas cuando fueran mayores. Por eso adoptó como lema de Preventito: “Lo que se aprende de niño, no se olvida jamás”.
Además sostenía que debía salir cada treinta dias, por eso cuando volví a salir, me hizo en forma mensual y le agrego NG. Ya que era una Nueva Generación de la revista original que era EMPRESALUD y además estaba dirigida a las Nuevas Generaciones. Es por eso que con un Convenio con el Rotary Club Jardín y la Fundación Rotary Jardín, se comenzó a enviar a distintas escuelas, para que conozcan y difundan la prevención. Muchas nos han hecho saber su beneplácito y me reciben con gusto. En las escuelas me leen los chicos y como también traigo noticias de ecología, hay muchas cosas que aprender, especialmente en mi dossier “Preventito”.

-¿Cómo nació Preventito?
-E
n realidad el niño se llama Tito Preven, pero todos le dicen Preventito porque siempre está hablando de la prevención y de la salud y seguridad.
Casi que algunas veces le soltamos la mano y sale a caminar solo por su independencia en contenidos, auspiciantes e ilustraciones ya que como cada uno de los que conforman Empresalud, es único.
Niño prodigio en materia de prevención si los hay. Todo un orgullo para mí.

-Y cómo no terminar con una pregunta clásica de nuestra revista:
¿Alguna reflexión personal que nos quiera aportar?
-S
i, que como primer ejemplar siento mucho orgullo y el mas grande es no haberme quedado sola como único ejemplar, sino gracias al esfuerzo de muchos seguí creciendo mes a mes a pesar de las adversidades económicas a las que estamos acostumbrados en este país, ya que nunca se termina la misión periodística de ayudar a educar y a formar personas, manteniéndolas actualizadas e interesadas por el valor de la prevención de la vida humana y medioambiental.
Siempre doy gracias a Dios, por haberme permitido realizar esto que estoy haciendo, y quiero seguir haciéndolo por muchos años más.

Por Tamara Ruiz

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