La iniciativa enviada por Calderón con carácter preferencial, había sido rechazada en la pasada legislatura por el ahora mayoritario Partido Revolucionario Institucional (PRI) para evitar protestas sociales antes de la elección presidencial del pasado 1 de julio y en las que ganó el candidato de ese partido, Enrique Peña Nieto, declarado el viernes presidente electo.
La iniciativa fue recibida el sábado en el Congreso de la Unión, en su primer día de sesiones y donde el PRI anunció que impulsará una serie de reformas, incluida una laboral, para estimular la economía del país.
La propuesta deberá ser analizada y aprobada por los legisladores en los próximos 30 días, según publicó el diario Reforma.
Este documento establece facilidades para el despido, nuevas formas de contratación, como períodos de prueba de 180 días, pago por hora, legalizar la subcontratación y limitar los pagos por salarios caídos en caso de huelga, dijo de su lado el periódico La Jornada.
La iniciativa prevé que los estados financieros de los sindicatos “deberán ser dictaminados anualmente por un auditor externo. En todos los casos, los resultados serán difundidos ampliamente entre los miembros del sindicato, por cualquier medio al alcance de la agrupación y de los propios trabajadores”, indicó el periódico Reforma.
El sistema corporativista que prevalece en varios sectores de México fue creado por el PRI que gobernó 71 años y que volverá al poder el próximo 1 de diciembre de la mano de Peña Nieto que, según especialistas, tendrá que enfrentar los intereses de las cúpulas sindicales.
Organizaciones sindicales como Pemex, cuyos trabajadores gozan de condiciones laborales privilegiadas respecto al resto de los empleados del país, o como el de los maestros, considerado uno de los más grandes de América Latina, ejercen un poder político que incluye presencia de sus líder entre los diputados y senadores del Congreso de la Unión.
Fuente: Terra
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