Pero… ¿Cómo cuidamos nuestros ojos a diario, en casa o en trabajos donde no parece que existan riesgos?
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) la salud visual: es el completo estado de bienestar físico y óptico de nuestros ojos que nos permita efectuar nuestras actividades normalmente. La buena visión puede mantenerse o mejorarse a través de la higiene visual. Estas son algunos hábitos que deben ser incorporados para prevenir problemas visuales.
• La iluminación para la actividad visual de cerca tiene que ser tres veces mayor que la luz del resto de la habitación.
• La distancia adecuada para los trabajos de cerca es aproximadamente entre 35 y 40 cm. Para facilitar la lectura es conveniente que el plano de la mesa tenga una inclinación de unos 20 grados.
• Levantar la vista cuando se esté haciendo un trabajo visual de cerca prolongado, como leer o trabajar con el ordenador y ocasionalmente dirigir la mirada a un objeto alejado.
• No acercarse en exceso al leer o escribir, ni inclinar o girar la cabeza o la espalda.
• No leer o estudiar cuando se esté demasiado cansado o a punto de dormirse. Tampoco leer o estudiar enseguida al levantarse por la mañana, esperar al menos una hora si es posible.
• Delante de los ordenadores, situar la pantalla y el teclado alineados; la pantalla debe estar más baja que los ojos, unos 20º por debajo del usuario y a una distancia entre 55-60 cm. Evitar los reflejos de la luz o la ventana sobre la pantalla.
• La distancia para ver la televisión tiene que ser siete veces el ancho de la pantalla, aproximadamente unos 2,5 – 3 metros, y asegurarse de mantener una buena postura y una iluminación que no produzca reflejos. Ver la televisión implica pocas habilidades visuales, por tanto es mejor limitarla a un par de horas en los niños.
• Practicar actividades al aire libre que impliquen la visión de lejos y la visión periférica, intentando estar pendiente y ser conciente de las cosas que están a nuestro alrededor.
• Cuando se viaje en colectivo o automóvil, se debe evitar la lectura ú otras actividades de cerca; es preferible mirar a lo lejos.
• Un examen funcional una vez al año demostrará si se está preparado para realizar con efectividad las demandas que exigen los estudios o el trabajo.