14 de mayo de 2024

Enfermedad que agrava otras enfermedades

¿ESTÁ ESTRESADO? Tómese unos instantes para investigarlo y conocerlo acaso: ¿Le duele la cabeza? ¿Se siente cansado? ¿Siente angustia? ¿Le duele todo el cuerpo o alguna parte en especial? ¿Tiene insomnio? ¿Come mucho y rápido? ¿Es alguien que no sabe quedarse quieto? ¿Le exaspera hasta el más mínimo error? ¿Se siente inapetente? ¿Se siente irritable? ¿Está deprimido? ¿Grita exasperado? ¿Sufre de frecuentes diarreas? ¿Se enferma con facilidad? Estas, y más preguntas, podríamos hacernos para detectar si estamos inmersos en un estado de estrés. Pero si tiene o no algunos de estos síntomas, es conveniente leer y realizar en forma consciente el ESTRESÓMETRO que hemos adaptado para Ud. y que está al final de este libro.

El estrés tiene dos maneras de presentarse en la persona:
agudo y crónico.

Es agudo cuando lo provoca un hecho específico y crónico debido a la acumulación de ansiedad y presión diaria.

En las dos formas nos puede desgastar y perjudicar nuestra salud.

La respuesta que tiene nuestro organismo frente al estrés que estamos sufriendo se puede manifestar en nuestro cuerpo de diferentes maneras, alguna que podemos darnos cuenta y otras no.

El estrés eleva la tensión arterial, nos hace susceptibles a trastornos respiratorios, gripes, anginas, aumenta el riesgo de los trastornos cardíacos, diabetes, psoriasis, asma, colitis, cáncer, gastritis y úlceras en el estómago o el intestino.

Puede haber también disminución de la función renal, problemas del sueño, alteraciones del apetito o agotamiento general, entre otros.

Rápidamente podemos decir que los síntomas más frecuentes del estrés son:

 

  • Dolores de cabeza
  • Dolores musculares
  • Insomnio
  • Irritabilidad
  • Aislamiento
  • Agresividad
  • Gastritis
  • Diarrea o constipación
“Gestionar el estrés es un arte y la vida es el propio taller donde aprendemos a hacerlo.”
GHADIRIAN
<< Dedicado a “El Hombre Urbano”
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