-No”¦ la verdad que no, los he visto simplemente en imágenes en el cine, en varios lados, pero nunca he tenido uno entre mis manos”¦
-Sí tenés uno entre tus manos y es tu propia vida.
-¿Cómo? sigo sin entender”¦
-Es muy fácil, vos sabés que hay miles de granos de arena en la parte alta de un reloj de arena. ¿Eso sí lo sabes verdad?.
-Sí, eso lo entiendo”¦
-Habrás observado que esos granos de arena pasan lentamente por el estrecho cuello del medio. En realidad el reloj de arena posee valor simbólico porque es el instrumento que más visiblemente representa el fluir constante del tiempo. Pero lo que yo quiero que te quede claro es que nadie puede hacer que los granos pasen mas de prisa, ni siquiera que pasen de a dos, porque corre el riesgo de romper el reloj.
-Está bien, hasta allí voy entendiendo.
-El tema es que “somos todos relajes de arena”. Cuando comenzamos la jornada hay ante nosotros un cúmulo de cosas que tenemos que realizar durante el día, como los granos de arena que tienen que pasar por el cuello de reloj. Pero, si no las tomamos una a una y hacemos que pasen lentamente por día de hoy y a su debido ritmo, estaremos destinados a romper nuestra propia vida en forma de úlceras gastrointestinales, hipertensión arterial o incluso lo que es mas grave, infartos de miocardio o accidentes cerebrovasculares, como ya hemos vistos anteriormente.
-¿Quiere decir entonces que no debemos tratar de hacer dos o tres cosas juntas?
-Exacto ése es el tema, uno tiene que aprender a delegar algunas cosas, especialmente vos que tenés un cargo jerárquico en tu empresa. Si no delegas y quieres hacer todo en todo el día, te puede dar como resultado de que no hagas nada bien. Esto es común en algunas personas que por su trabajo y dedicación, tienden a ser perfeccionistas y creen que si no hace tal cosa de determinada manera, como él lo hace, no es correcto. Tienen tendencias a recargarse de tareas por no delegar.
Siempre es duro darse cuenta que la manera más rápida de conseguir hacer muchas cosas es hacer únicamente de una cosa por vez. Es fundamentar que aprendas a delegar. Entregar una responsabilidad a otro significa reconocer que uno no puede realizar todo. Quienes no aprenden a hacerlo se sobrecargan de tareas, lo cual le genera estrés y angustia al no poder hacer todo. Por supuesto que después de delegar hay que controlar lo delegado. Por eso es bueno que razones todos los días para poder decir, esto lo hago y todo lo delego a mis empleados y después controlo lo delegado.
-Pero si yo puedo hacer tres cosas juntas”¦
-No, no me charles, no puedes hacer tres cosas juntas”¦
-Sí fijate, yo puedo manejar mi auto, masticar un chicle y escuchar la radio”¦
-Está bien lo puedes hacer, pero siempre habrá una cosa que le prestas mas atención y a las otras las haces de manera automática, como escuchar la radio y masticar un chicle”¦ Pero estás manejando y a eso le prestás tu máxima atención. Si no haces eso, puedes sufrir también un accidente.
-Está bien, tenés razón sigo “manejando” y después leo lo anterior”¦
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Estas “charlas” cotidianas sobre el estrés, se realizan todas teniendo en cuenta el libro “EL ABC DEL ESTRÁ‰S LABORAL”, del Dr. Hugo Francisco Rostagno.
