Cuando un pais, se acostumbra a la cultura de las excusas y la corrupción, es como si estuviéramos en un auto sin llantas.
Dentro del auto uno siente que el motor está andando, y hasta puede acelerar, pero no se llega a ningún lado…
Anónimo
Cuando un pais, se acostumbra a la cultura de las excusas y la corrupción, es como si estuviéramos en un auto sin llantas.
Dentro del auto uno siente que el motor está andando, y hasta puede acelerar, pero no se llega a ningún lado…
Anónimo