19 de abril de 2024

Los Inválidos: el comienzo de la seguridad social


La Organización Internacional del Trabajo, (OIT), en un documento publicado en 1991 denominado “Administración de la seguridad social” la definió como: “La protección que la sociedad proporciona a sus miembros, mediante una serie de medidas públicas, contra las privaciones económicas y sociales que, de no ser así, ocasionarían la desaparición o una fuerte reducción de los ingresos por causa de enfermedad, maternidad, accidente de trabajo, o enfermedad laboral, desempleo, invalidez, vejez y muerte; y también la protección en forma de asistencia médica y de ayuda a las familias con hijos”.

Lo que hoy es una función clave del Estado, no lo era para nada a finales del Siglo XVII. Pero las reformas “ilustradas” de los países europeos dieron inicio a su proceso de conformación. Y aunque suene curioso, institutos como la jubilación, asistencia a la vejez y tratamiento de los “riesgos del trabajo”, principiaron en el sector militar del Estado, para luego extenderse a su parte civil y a la sociedad toda.

En este sentido se halla la construcción del Palacio Nacional de los Inválidos (en francés HÁ´tel National des Invalides) en París, voluntad del rey Luis XIV de Francia, quien ordenó su construcción el 24 de febrero de 1670. Dicho edificio fue concebido como residencia real para soldados y militares franceses retirados, lisiados o ancianos. La construcción de los edificios principales se desarrolló entre marzo de 1671 y febrero de 1674; el conjunto fue operativo y empezó a albergar antiguos soldados a partir de noviembre de ese año. La construcción de las iglesias, en cambio, tuvo que aplazarse y no fue completada hasta agosto de 1706, tras treinta años de obras.

En él se recibía a los soldados que por sus heridas de guerra, o el ser demasiado ancianos, no podían seguir en el servicio, como una forma de asegurar ayuda y asistencia a aquellos que expusieron su vida en defensa de la monarquía. En octubre de 1674 se instalaron los primeros soldados. Para fines del siglo XVII, el hotel albergaba unos 4000 pensionados, quienes para combatir el ocio trabajaban en talleres confeccionando uniformes, calzados y tapicerías.

Los heridos de mayor seriedad, alrededor de una centena, eran tratados en el Hospital, instalado en el sudeste del edificio, que aun funciona al día de hoy.
En la parte sur del imponente conjunto se encuentran las iglesias: la Iglesia del Domo y la Catedral de San Luis des Invalides. En esta última, conocida como Iglesia de los Soldados, se terminó de construir en 1679 y fue destinada al culto de los pensionados. La bóveda es adornada por los trofeos militares de Francia y encierra una cava con los restos del propio Napoleón, además de numerosos gobernadores del hotel, mariscales y jefes militares.

Actualmente, en el Hotel des Invalides, además de funcionar actualmente varios museos, sigue con su tradición de más de dos siglos y medio, albergando a la Dirección General de la Oficina Nacional de Antiguos Combatientes y Víctimas de Guerra (Office Nationale d’Anciens Combatants et Victimes de Guerre, ONAC) del Ministerio francés de Defensa y al Hospital militar “HÁ´pital des Invalides”.

Esta política real garantizó al menos el restablecimiento de los antiguos soldados ante la opinión pública. La jubilación militar, resumida por la monarquía del siglo XVIII, sirvió también de modelo general a otros cuerpos del Estado francés y también a otras instituciones extranjeras como el hospicio de Chelsea en Londres y los Invalidados de Viena, luego de Berlín. En adelante, gracias a estas medidas, en algunos casos, fue una señal sensible de promoción social dado el origen tan humilde de los soldados del Rey de Francia.

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