Detalló que organizaciones internacionales señalan que por cada dólar que se invierta en implementar programas de “gestión ergonómica” se rescata tres dólares en tratamientos.
“Pero, además, la inversión ergonómica mejora muchas cosas como el clima laboral, la comunicación en el trabajo y las relaciones interpersonales, lo que no es directamente cuantificable pero redunda mucho en la producción”, remarcó el especialista.
Estudio
Hermoza comentó que los resultados de un estudio profesional comparativo realizado entre trabajadores operativos y trabajadores administrativos arrojaron que estos últimos tenían más dolencias osteo-musculares por estar más tiempo sentados y en sillas inapropiadas que los que se encontraban en constante movimiento.
“Uno de los puntos que remarca la normatividad vigente es que la silla debe ser considerada una herramienta de trabajo y que no sea un mueble más, porque el trabajador pasa ocho, diez y hasta más horas en ella y esta debe brindarle comodidad y bienestar”, manifestó.
El especialista informó que las sillas ergonómicas ya están llegando al Perú y que cuestan entre tres mil 200 y tres mil 800 nuevos soles cada una.
Insistió sin embargo, en señalar en que los precios pueden ser elevados, pero son ampliamente compensados por los beneficios para la salud.
Explicó que una silla ergonómica tiene cinco ruedas para dar mayor estabilidad, tiene ajustes de altura y de respaldar y este debe llegar hasta la altura de la clavícula para dar soporte. Los bordes de su asiento son redondeados y debe contar con apoyo para los brazos.
Trabajos con mayor impacto en columna
Hermoza sostuvo que los trabajadores que sufren mayor problema lumbar son los agricultores, las enfermeras y los estibadores, quienes deberían recibir ayuda mecánica para sus labores.
En el caso de los agricultores, dijo que al permanecer la mayor parte de su jornada laboral con la columna doblada es muy probable que sufran dolor, al igual que las enfermeras que tienen que cargar peso al manipular a los pacientes.
Respecto a los estibadores, el experto indicó que si bien la ley ha fijado como límite máximo de carga un total de 25 kilos, las empresas envasadoras de cemento, azúcar, sal y otros productos siguen empacando cargas de 50 kilos, lo que hace imposible que se cumpla la norma.
Anotó que un estudio realizado entre los estibadores del Mercado Mayorista de La Parada reveló que cada uno de estos carga 110 kilos y que en un lapso de dos a tres horas tienen que descargar de 12 a 14 toneladas de mercadería.
También se refirió al caso de los vigilantes privados que pasan la mayor parte de su jornada de pie. En ese caso, sugirió que estas personas realicen su labor sentados por un período de al menos de 10 a 15 minutos cada hora.
Sillas, colchones y zapatos
Finalmente, el especialista recomendó a las personas en general invertir en tres artículos ergonómicos para preservar la salud.
Además de la silla, mencionó los colchones ergonómicos, cuya consistencia no debe ser muy dura, pero tampoco muy blanda, es decir semi rígida.
También dijo que es importante usar zapatos ergonómicos, especialmente para quienes tienen que caminar constantemente, como es el caso de las enfermeras y los distribuidores de mercadería.
Los zapatos deben tener un taco máximo de tres centímetros y la base debe ser de material blando para que amortigüe el peso del cuerpo y no afecte los discos intervertebrales.