28 de marzo de 2024

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Inteligencia Artificial: ¿Oportunidad o Asesinato?

Hay pocas dudas de que la inteligencia artificial (IA) desempeñará un papel importante en el futuro del trabajo, un futuro que ya ha comenzado. Piense, por ejemplo, en autos autoconducidos, operaciones de mercado de valores algorítmicas o incluso diagnósticos médicos asistidos por computadora.

Los rápidos avances en la IA tienen el potencial de crear nuevas oportunidades, una mayor productividad y mejores ganancias, pero también existen temores de que puedan causar pérdidas de empleos y un aumento de la desigualdad, y unos pocos afortunados se apropian de los beneficios de la IA y dejan a otros atrás.

Entonces, ¿de qué manera será?

La respuesta es que podemos ser moderadamente optimistas, siempre que los responsables políticos y los interlocutores sociales adopten las medidas adecuadas. Esta es la conclusión de un reciente trabajo de investigación que escribí con algunos colegas de la OIT.

Las tecnologías digitales basadas en la IA pueden permitir que segmentos más grandes del mercado laboral mejoren su productividad y tengan acceso a ocupaciones mejor pagadas, lo que a su vez puede ayudar a promover un crecimiento inclusivo.

Vale la pena recordar que, históricamente, la productividad y los niveles de vida han aumentado como resultado de la especialización y la transferencia de tareas más tediosas, arduas y rutinarias del trabajo humano a las máquinas. Los agricultores modernos que usan maquinaria sofisticada están claramente mejor y más productivos de lo que serían si usaran herramientas de fabricación propia para arar sus campos.

La gran reducción en los costos de capital provocada por las aplicaciones de inteligencia artificial, junto con el hecho de que la dirección del cambio tecnológico se debe, al menos en parte, a la oferta relativa de mano de obra baja en comparación con la mano de obra altamente calificada, significa que los países en desarrollo se beneficiarán.

En muchos casos, los usuarios de AI no necesitan saber mucho sobre cómo funciona la tecnología o proporcionar información sofisticada sobre los dispositivos que utilizan. Más bien, su uso diario permitirá que las herramientas basadas en AI generen consejos basados ​​en las mejores prácticas generales combinadas con las circunstancias locales. Esto crea barreras de entrada bajas para la difusión de estas nuevas tecnologías y permite que la capacitación y la educación se centren en las habilidades numéricas y de alfabetización básicas.

Esto significa que incluso los países que carecen de los recursos para enseñar las habilidades necesarias para producir aplicaciones de IA pueden hacer un uso amplio de dichas aplicaciones, creando grandes beneficios potenciales para el crecimiento.

Sin embargo, si las oportunidades son mayores que los riesgos, las políticas deben ajustarse, tanto a nivel nacional como internacional.

Esto incluirá ayudar a la fuerza laboral a adaptarse. Debido a que las tecnologías evolucionan rápidamente, la educación y la capacitación deben ir mucho más allá de los años escolares, para que los trabajadores puedan estar mejor capacitados o capacitados según sea necesario durante sus carreras. El aprendizaje a lo largo de toda la vida tendrá que convertirse en una realidad si el mundo del trabajo se beneficiará de estas nuevas tecnologías, ahora y en el futuro.

Entonces, las políticas de habilidades son esenciales, pero no serán suficientes.

Necesitamos asegurar la difusión de nuevas tecnologías en todo el mundo y abrir el acceso a los datos. Los responsables de la formulación de políticas y los interlocutores sociales también deben garantizar que las empresas individuales no puedan obtener el dominio del mercado y, por lo tanto, excluir a otros. En este sentido, el aumento observado en la concentración del mercado entre las empresas digitales es un motivo de preocupación y debe abordarse de frente.

Tenemos que diseñar políticas fiscales que nivelan el campo de juego entre las empresas, impulsar la cooperación internacional y garantizar el diálogo social, permitiendo que las tecnologías y sus beneficios se compartan de manera más eficaz.

Este tema se destaca en el informe histórico, Trabajo por un futuro más brillante ,que la Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo publicó en enero, que se discutirá en la Conferencia Internacional del Trabajo de este año en junio.

La OIT está bien preparada para proporcionar esta importante plataforma para el intercambio de experiencias y para ayudar a los países e interlocutores sociales a ajustar y negociar la información necesaria y las recomendaciones de políticas.

Fuente: iloblog.org

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