El pasado 29 de mayo el Congreso de los Diputados acordaba la incorporación del estrés laboral en el listado de enfermedades profesionales del sistema de Seguridad Social.
En la PNL propuesta por Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea y aprobada en la Comisión de Empleo y Seguridad Social, se insta al Gobierno, entre otras acciones, a incrementar las partidas destinadas a la prevención en esta materia. Como explica Elisa Sánchez, coordinadora del grupo de Salud Laboral del Colegio de Psicólogos de Madrid a ConSalud.es, este paso en la cámara baja facilitará que haya más recursos y protección en relación al estrés.
Según esta experta, en España no hay suficiente concienciación en prevenir. “Habitualmente, si preguntamos a los trabajadores sobre su estado, contestarán que están estresados y fatigados al finalizar su jornada, lo que, como consecuencia, afecta a su salud, a su vida familiar, social, etcétera. Sin embargo, ante la queja, no se ponen en marcha mecanismos para cuidar nuestra salud”. En este sentido, Sánchez hace hincapié en la importancia de la implicación tanto por parte de la empresa como del propio trabajador.
La prevención del estrés
Ante la pregunta si el estrés se puede prevenir, la coordinadora del grupo de Salud Laboral del Colegio de Psicólogos de Madrid lo tiene claro: “Sí es posible”. Para ello, Sánchez señala que al hablar de estrés, debe diferenciarse entre causas internas y externas.
“En el caso de estas últimas, vendrían derivadas de un elevado volumen de tareas, de un difícil trabajo, de un estilo de comunicación autoritario por parte de los jefes o de los clientes, de presión, etcétera. En estos casos, la empresa cuenta con estrategias para minimizarlos, ya que algunos de ellos no van a desaparecer”.
Repercusión del estrés en la salud
La puesta en marcha de medidas de prevención y protección contra el estrés se convierte en una prioridad ante los datos expuestos por Unidos Podemos-en Comú Podem-En Marea, presentados en la PNL. Las cifras de siniestralidad laboral en nuestro país alcanzan los 618 fallecimientos durante la jornada laboral o in itinere en el año 2017. Esto supone una media de 1,7 muertes y un crecimiento del 1,8% con respecto al año anterior.
Además, el texto recoge que del total de estas muertes, “prácticamente un tercio (208) fueron causadas por un infarto o un derrame cerebral. Se trata, de hecho, de la principal causa de muerte en el trabajo. Los sindicatos alertan de que el estrés y la presión laboral influyen, y mucho, en este tipo de muerte. Y, sin embargo, la prevención ante este tipo de muertes sigue siendo la gran olvidada de los planes de prevención. Las patologías provocadas por el estrés o por el acoso laboral ni tan siquiera están reconocidas como una enfermedad profesional por el Estado”.
Fuente: consalud.es
