19 de abril de 2024

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El auge de las renovables genera un crecimiento de la industria de los equipos de protección laboral

Los compromisos adquiridos por la Unión Europea para reducir las emisiones de CO2 y el consumo energético han motivado la creciente proliferación de puestos de trabajos relacionados con las energías renovables. Que el sector energético se haya diversificado hacia otro tipo de líneas de producción como la energía eólica, la solar, la tecnología biomasa o técnicas de reciclado, ha dado lugar a un crecimiento no sólo económico y de puestos de trabajo sino que también se ha dejado sentir en el uso de equipos de protección individual (EPI) propios de estos ámbitos. Así, el portavoz y secretario general de la Asociación de Empresas de Equipos de Protección Individual (ASEPAL), Luis Gil, señala que concretamente los parques eólicos presentan características que hacen que pueda ser el más demandante de uso de EPI. Sólo la energía eólica supuso el 13% de la capacidad energética de la UE en 2013.

“El desarrollo económico actual está consiguiendo que los sectores productivos presenten crecimientos que impactan directamente en el empleo y por lo tanto, en la medida en que este empleo es de trabajadores que se exponen a riesgos, eso hace que el uso de EPI también crezca”, explica Gil.

Por otra parte, desde la entidad sin ánimo de lucro exponen que cada día hay mayor consciencia por parte de las empresas sobre la seguridad de sus trabajadores y esto hace que el sector de los EPI también crezca.

Sin embargo, uno de los principales retos de este nuevo sector económico denominado “economía verde” es que los avances son tan veloces y las condiciones de los puestos de trabajo se redefinen en tan breve espacio de tiempo, que la rápida evaluación de los riesgos laborales es fundamental para una correcta prevención.

Por parte de ASEPAL se han identificado los principales riesgos asociados al trabajo en el sector energético de las energías renovables (principalmente eólica y solar):

  • Trabajo en solitario y en altura
  • Espacios confinados
  • Trabajo con maquinaria en movimiento
  • Riesgo por caída de objetos
  • Riesgo por resbalones y tropiezos
  • Trastornos musculo-esqueléticos
  • Exposición a las intemperies
  • Riesgos derivados del trabajo en ambiente marino (en aerogeneradores marinos): ahogamiento, riesgos derivados de la inmersión, etc.
  • Riesgo por contacto con partes en tensión
  • Riesgo por arco eléctrico de cortocircuito
  • Contacto con superficies calientes
  • Riesgos asociados a las técnicas de soldadura

El secretario general y portavoz de la asociación establece que aunque es complicado identificar específicamente un EPI para cada uno de los riesgos descritos, los trabajadores del sector de las renovables debería proveerse de sistemas de protección para la cabeza, así como ocular y facial, protección respiratoria, para manos y brazos, vestuario y calzado de seguridad, así como aquellos equipos indicados para evitar caídas. “Será el responsable de riesgos laborales el que deberá señalar los equipos concretos asociados a cada tipo de trabajo, según la evaluación del consiguiente riesgo”, sostiene.

Para garantizar la seguridad laboral tanto en estos sectores en auge como en cualquier otro es fundamental la inversión en la formación de los trabajadores en materia de seguridad y, en concreto, en el uso adecuado de los EPI.

En 2020 el sector de la energía eólica empleará a 446.000 personas en el continente europeo y se estima que en apenas tres años, la denominada “economía verde” generará alrededor de un millón de nuevos puestos de trabajo en Europa.

Fuente: asepal.es

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