25 de abril de 2024

728×90 Servicio Modelo de Medicina del Trabajo
728×90 Servicio Modelo de Medicina del Trabajo

Cuba: Una “pandemia” que nos afecta a todos

A pesar de todo, es difícil aceptar cifras cuando una persona llora el fallecimiento de un familiar o amigo; pero a veces se hacen imprescindibles, mucho más si sabemos que cada año ocurren en el mundo más de 317 millones de accidentes en el trabajo y fallecen alrededor de 2,3 millones de personas, ya sea por el propio accidente o por enfermedades laborales.

Y es que el mal se ha profundizado tanto que para muchos —entre ellos este redactor— esa accidentalidad constituye hoy una verdadera pandemia, un fenómeno del que tampoco escapa nuestro país.

“Por ejemplo, desde el 2010 han ocurrido en Cuba 405 accidentes mortales de trabajo, para un promedio anual de 80 muertes por esas causas”, informó Ángel San Martín Duporté, jefe del Departamento de Seguridad y Salud en el Trabajo (SST), en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).

Desde la Organización Internacional del Trabajo (OIT), estiman que los costos directos e indirectos de los accidentes y enfermedades ascienden a unos 2 mil 120 millones de euros, cifras que con frecuencia no son captadas en toda su magnitud por buena parte de la humanidad.

Según el director general de esa organización, Guy Ryder, “es evidente que queda mucho por hacer. Los accidentes laborales graves son en primer lugar tragedias humanas, pero la economía y la sociedad también pagan un precio alto”, subrayó. Aun así considera que la prevención es posible, necesaria y rentable.

Entrevistado a propósito de la celebración el próximo 28 de abril del Día Mundial de Seguridad y Salud en el Trabajo, San Martín Duporté dijo que esa fecha es promovida por la OIT con el lema de Optimizar la compilación y el uso de los datos sobre la SST: Fortalecimiento de los pilares de una cultura de prevención.

Refirió que el esfuerzo este año se encamina, precisamente, a la reducción de los accidentes laborales, a partir de que los organismos superiores y entidades subordinadas elaboren una estrategia que propicie la identificación de peligros y evaluaciones de riesgos de accidentes, enfermedades e incendios.

Asimismo, puntualizó, entre otras acciones se estimulan los procedimientos de trabajo seguros, se consolida la ejecución y control de los recursos para la prevención de riesgos, incluidos los equipos de protección personal y sistemas contra incendios.

Además, se prevé recalificar el cien por ciento de los conductores profesionales de entidades, fundamentalmente a quienes estén en plazos de vencimiento, evitar traslados entre provincias en horario nocturno cuando el destino exceda los 200 kilómetros, el viaje supere las 2 horas y media o la llegada sea después de las 8 y 30 de la noche.

Alertó San Martín Duporté sobre el aumento de los accidentes mortales en la vía pública, así como del número de trabajadores fallecidos por esa causa.

Ante tal crecimiento, se impone que las administraciones incluyan dos conductores en equipos para transportes masivos cuando los viajes excedan los 400 kilómetros, y que se planifiquen los mantenimientos técnicos y chequeos especializados a jefes, dirigentes, funcionarios u otros que sin ser profesionales conducen vehículos, a fin de certificar sus aptitudes, pues ello constituye un riesgo agregado a su desempeño.

“A ese tipo de accidentes se unen las caídas a diferente nivel, los golpeados o atrapados por objetos o equipos y el contacto con la corriente eléctrica como las formas en las que se producen con más frecuencia estos hechos, pero es significativo que el 66 % de las causas que originan el accidente son referidas a la conducta inadecuada de los hombres y mujeres, que asociadas a problemas técnicos, organizativos y de violación de la Ley de Seguridad Vial, inciden en estos desfavorables resultados”, agregó.

¿El quid del asunto?

Sin duda, lo fundamental para evitar el accidente es el cumplimiento de los llamados procedimientos de trabajo seguro. “A partir de la identificación del peligro y de la evaluación de riesgos se analiza cómo está el procedimiento y de ahí surge el programa de prevención. Es lo que elimina la posibilidad del accidente”, destacó el especialista del MTSS.

“Precisamente —refirió—, entre los eslabones más débiles de esta gran cruzada está el incumplimiento, e incluso la ausencia en no pocos lugares, de los citados procedimientos del trabajo seguro.

“También hay que incluir las fallas en la organización del trabajo, poca exigencia de jefes administrativos y conductas arriesgadas”.

En los últimos años se observa un incremento de los niveles de ejecución de los presupuestos para el tema de la seguridad y salud, independientemente de reales problemas subjetivos, de responsabilidad de quien lo ejecuta, de contratación y de conciliación con proveedores e importadores y de distribución. “A pesar de ello, en el 2016 también fue difícil la adquisición del tipo de equipos de protección requeridos según la actividad a realizar, sobre todo en medios no comunes”, indicó el entrevistado.

Promover el llamado trabajo decente

San Martín Duporté explicó la necesidad de asumir en el país la promoción de buenas prácticas laborales, lograr el llamado trabajo decente y alcanzar la mejora continua de la actividad laboral.

“Para ello, además de las acciones ya apuntadas, de conjunto con la Oficina Nacional de Inspección Estatal y otras instituciones se impartirán cursos de capacitación —fueron 9 entre el 2015 y el 2016—. Será riguroso el principio de selección del alumnado, en especial los años de experiencia de los jefes directos, los procesos productivos bajo su responsabilidad, así como su nivel de escolaridad”.

Fuente: trabajadores.cu

Notas relacionadas

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *